El FOMO (fear of missing out), o «miedo a perderse algo», es un fenómeno real que cada vez es más común y puede causar un estrés importante en tu vida. Puede afectar a casi todo el mundo, pero algunas personas corren mayor riesgo.
Esto es lo que debes saber sobre la historia del FOMO, lo que dicen las investigaciones, cómo reconocerlo en tu vida y cómo gestionar el FOMO para evitar que afecte negativamente a tu felicidad.
¿Qué es el FOMO?
El miedo a perderse algo se refiere a la sensación o percepción de que otros se divierten más, viven mejor o experimentan cosas mejores que tú. Implica un profundo sentimiento de envidia y afecta a la autoestima. A menudo se ve exacerbado por las redes sociales como Instagram y Facebook.
FOMO, como se siente
El FOMO no es sólo la sensación de que podría haber cosas mejores que podrías estar haciendo en este momento, sino que es la sensación de que te estás perdiendo algo fundamentalmente importante que otros están experimentando en este momento.
Puede aplicarse a cualquier cosa, desde una fiesta un viernes por la noche hasta un ascenso en el trabajo, pero siempre implica una sensación de impotencia por perderse algo grande.
Breve historia del FOMO
La idea de que uno puede perderse un buen momento no es nueva en nuestra época. Sin embargo, aunque se supone que ha existido durante siglos (se pueden ver pruebas de FOMO en textos antiguos), solo se ha estudiado durante las últimas décadas, comenzando con un trabajo de investigación realizado en 1996 por el Dr. Dan Herman, estratega de marketing, que acuñó el término «miedo a perderse algo».
Sin embargo, desde la llegada de los medios sociales, el FOMO se ha hecho más evidente y se ha estudiado con más frecuencia. Las redes sociales han acelerado el fenómeno FOMO de varias maneras. Proporcionan una situación en la que comparas tu vida habitual con lo más destacado de la vida de los demás.
Por lo tanto, tu sentido de la «normalidad» se distorsiona y parece que te va peor que a tus compañeros. Es posible que veas fotos detalladas de tus amigos disfrutando de momentos divertidos sin ti, algo de lo que la gente quizá no era tan consciente en generaciones pasadas.
Las redes sociales crean una plataforma para presumir; es donde las cosas, los eventos e incluso la propia felicidad parecen competir a veces. La gente compara sus mejores experiencias, que son perfectas, lo que puede llevarle a preguntarse qué le falta a usted.
Términos relacionados
Inspirados en el FOMO, también han surgido otros conceptos relacionados:
- FOBO (Fear of Better Options): Se refiere al miedo a perderse alternativas potencialmente mejores.
- -MOMO (Mystery of Missing Out): Se refiere al temor de perderse algo pero sin tener ninguna pista sobre lo que se está perdiendo.
- -ROMO (Reality of Missing Out): Se refiere a saber que no te estás perdiendo nada.
- -FOJI (Fear of Joining In): El miedo a compartir cosas en las redes sociales y no obtener ninguna respuesta.
- JOMO (Joy of Missing Out): Es lo contrario de FOMO y se refiere a los sentimientos positivos por perderse o desconectarse de las redes sociales.
Investigación sobre el FOMO
A medida que se llevan a cabo más investigaciones sobre el FOMO y se dispone de ellas, vamos obteniendo una imagen más clara de lo que implica y de cómo nos afecta. El panorama no es bonito, ya que hay muchos efectos negativos del FOMO, y es más común de lo que cabría esperar. Considera lo siguiente:
Redes sociales
No es ningún dato nuevo que los adolescentes utilizan las redes sociales a un ritmo elevado y que, como consecuencia, experimentan FOMO. Sin embargo, es interesante decir que el FOMO actúa como un mecanismo que desencadena un mayor uso de las redes sociales.
Las chicas que experimentan depresión tienden a utilizar las redes sociales en mayor medida, mientras que, en el caso de los chicos, la ansiedad fue un factor desencadenante de un mayor uso de las redes sociales. Esto demuestra que un mayor uso de las redes sociales puede conducir a mayores índices de estrés causados por el FOMO.
Edad y género
Según varios estudios, personas de todas las edades pueden experimentar FOMO. Un estudio publicado en la revista Psychiatry Research descubrió que el miedo a perderse algo estaba relacionado con un mayor uso de los smartphones y las redes sociales, y que este vínculo no estaba asociado con la edad o el género.
¿Cuál es entonces la causa principal del FOMO?
Aunque es probable que influyan múltiples factores, la investigación también descubrió que el uso de las redes sociales y el uso «problemático» de los teléfonos inteligentes estaban relacionados con una mayor experiencia de FOMO. El uso del teléfono inteligente se relacionó con el temor a las evaluaciones negativas e incluso positivas de los demás, así como con los efectos negativos en el estado de ánimo.
Los adolescentes y los jóvenes pueden ser especialmente susceptibles a los efectos del FOMO. Ver a los amigos y a otras personas publicando en las redes sociales puede llevar a la comparación y a un intenso miedo a perderse cosas que sus compañeros están experimentando.
Las investigaciones sugieren que en algunos adolescentes, el FOMO puede desempeñar un papel en:
- Ansiedad
- Depresión
- Baja autoestima
- Comportamientos arriesgados
El FOMO puede contribuir a la presión de los compañeros, lo que lleva a los adolescentes a participar en comportamientos de riesgo que de otro modo preferirían evitar. Dado que el cerebro de los adolescentes aún se está desarrollando, pueden participar en estas acciones sin tener tan en cuenta las consecuencias en el largo plazo.
Calificación de la satisfacción vital
Otro artículo publicado en Computers and Human Behavior descubrió varias tendencias asociadas al FOMO. El miedo a perderse algo se asoció con una menor sensación de tener las necesidades satisfechas, así como con un menor sentimiento de satisfacción vital en general.
El FOMO estaba fuertemente vinculado a una mayor participación en las redes sociales, como han sugerido otros estudios: parece que el FOMO está relacionado tanto con la necesidad de participar en las redes sociales como con el aumento de esa participación. Esto significa que el FOMO y los hábitos en las redes sociales pueden contribuir a un ciclo negativo que se autoalimenta.
Peligros potenciales del FOMO
Además de aumentar los sentimientos de infelicidad, el miedo a perderse algo puede llevar a una mayor participación en comportamientos poco saludables. Por ejemplo, el mismo estudio en Computers and Human Behavior descubrió que el FOMO estaba relacionado con la conducción distraída, que en algunos casos puede ser mortal.
Minimizar el FOMO
Afortunadamente, se pueden tomar medidas para frenar el FOMO si es algo que se experimenta.
Las investigaciones demuestran que el miedo a perderse algo puede provenir de la infelicidad y la insatisfacción con la vida y que estos sentimientos pueden impulsarnos a un mayor uso de las redes sociales.
A su vez, un mayor compromiso con las redes sociales puede hacernos sentir peor sobre nosotros mismos y nuestras vidas, no mejor. De este modo, es útil saber que nuestros intentos de aliviar los sentimientos de FOMO pueden conducir en realidad a comportamientos que los exacerban. Sin embargo, entender dónde está el problema puede ser un gran primer paso para superarlo. Lo siguiente puede ayudar.
Cambia tu enfoque
En lugar de centrarte en lo que te falta, intenta fijarte en lo que tienes. Esto es más fácil de decir que de hacer en las redes sociales, donde nos bombardean con imágenes de cosas que no tenemos, pero se puede hacer. Añade más gente positiva a tu feed; oculta a las personas que tienden a presumir demasiado o que no te apoyan.
Puedes cambiar tu feed para que te muestre menos de lo que desencadena tu FOMO y más de lo que te hace sentir bien contigo mismo. Trabaja para identificar lo que puede estar minando tu alegría en línea. Trabaja para minimizarlo mientras añades a tu feed (y a tu vida) más cosas que te hagan feliz.
Prueba una desintoxicación digital
Pasar demasiado tiempo con el teléfono o las aplicaciones de las redes sociales puede aumentar el FOMO. Reducir su uso, o incluso hacer una desintoxicación digital en la que se tome un descanso de los dispositivos digitales, puede ayudarle a centrarse más en su vida sin hacer comparaciones constantes.
Si no es posible realizar una desintoxicación digital completa, considera la posibilidad de limitar el uso de ciertas aplicaciones de redes sociales que te hacen sentir que te estás perdiendo algo. Elimine temporalmente esas aplicaciones, establezca límites diarios para su uso o elimine a las personas que le hacen sentirse mal con usted mismo o con su vida.
Llevar un diario
Es habitual publicar en las redes sociales para dejar constancia de las cosas divertidas que haces. Sin embargo, es posible que te fijes demasiado en si la gente valida tus experiencias online. Si este es el caso, tal vez quieras llevar algunas de tus fotos y recuerdos fuera de línea y llevar un diario personal de tus mejores recuerdos, ya sea en línea o en papel.
Llevar un diario puede ayudarte a cambiar tu enfoque de la aprobación pública a la apreciación privada de las cosas que hacen que tu vida sea genial. Este cambio a veces puede ayudarte a salir del ciclo de las redes sociales y del FOMO.
Buscar conexiones reales
Es posible que busques una mayor conexión cuando te sientas deprimido o ansioso, y esto es saludable. Los sentimientos de soledad o exclusión son, en realidad, la forma en que nuestro cerebro nos dice que queremos buscar mayores conexiones con los demás y aumentar nuestro sentido de pertenencia.
Desgraciadamente, la participación en las redes sociales no siempre es la mejor manera de conseguirlo, ya que podrías huir de una mala situación y entrar en otra aún peor. En lugar de intentar conectar más con la gente en las redes sociales, ¿por qué no quedar con alguien en persona?
Hacer planes con un buen amigo, crear una salida en grupo o hacer cualquier cosa social que te lleve a salir con tus amigos puede ser un buen cambio de ritmo, y puede ayudarte a sacudir esa sensación de que te estás perdiendo. Te pone en el centro de la acción.
Si no tienes tiempo para hacer planes, incluso un mensaje directo en las redes sociales a un amigo puede fomentar una conexión mayor y más íntima que publicar a todos tus amigos y esperar «likes».
Centrarse en la gratitud
Los estudios demuestran que participar en actividades que mejoran la gratitud, como llevar un diario de gratitud o simplemente decir a los demás lo que aprecias de ellos, puede levantar tu ánimo y el de todos los que te rodean.
Esto se debe en parte a que es más difícil sentir que te faltan las cosas que necesitas en la vida cuando te centras en la abundancia que ya tienes. También es cierto porque hacer que los demás se sientan bien nos hace sentir bien.
Una mejora en el estado de ánimo puede ser justo lo que necesitas para liberarte de la depresión o la ansiedad. Es probable que no te sientas tan tentado a bajar a la madriguera de las redes sociales y el FOMO cuando te des cuenta de lo mucho que ya tienes. Empezarás a sentir que tienes lo que necesitas en la vida y que los demás también lo tienen. Esto puede ser maravilloso para tu salud mental y emocional.