¿Qué es la inteligencia emocional?

Aunque no se empezó a utilizar hasta la década de los 80, la inteligencia emocional juega un papel crucial en nuestro día a día.
persona tocando a otra en el hombro
¿Qué es la inteligencia emocional? - bien de mente

Tabla de contenidos

Aunque hace unas décadas parecía que solo la capacidad de memorizar, o el Cociente Intelectual (CI), es decir, la capacidad lógica y de resolución de problemas era lo que importaba para determinar la inteligencia de alguien, hoy en día distinguimos otros tipos de inteligencia, a menudo también llamadas soft-skills.

Inteligencia emocional

La inteligencia emocional (IE) es la capacidad de percibir, interpretar, demostrar, controlar y utilizar las emociones para comunicarse y relacionarse con los demás de forma eficaz y constructiva. Esta capacidad de expresar y controlar las emociones es esencial, pero también lo es la capacidad de comprender, interpretar y responder a las emociones de los demás.

Algunos expertos sugieren que la inteligencia emocional es más importante que el coeficiente intelectual para tener éxito en la vida.

Señales de inteligencia emocional

Algunos signos y ejemplos clave de la inteligencia emocional son:

  • Capacidad para identificar y describir lo que sienten las personas
  • Conciencia de los puntos fuertes y las limitaciones personales
  • Autoconfianza y autoaceptación
  • La capacidad de dejar de lado los errores
  • Capacidad para aceptar y acoger el cambio
  • Un fuerte sentido de la curiosidad, especialmente sobre otras personas
  • Sentimientos de empatía y preocupación por los demás
  • Mostrar sensibilidad hacia los sentimientos de otras personas
  • Aceptar la responsabilidad de los errores
  • La capacidad de gestionar las emociones en situaciones difíciles

Cómo se mide la inteligencia emocional

Han surgido diferentes evaluaciones para medir los niveles de inteligencia emocional. Estas pruebas suelen ser de dos tipos: pruebas de autoinforme y pruebas de capacidad.

Las pruebas de autoinforme son las más comunes porque son las más fáciles de administrar y puntuar. En estas pruebas, los encuestados responden a las preguntas o afirmaciones calificando sus propios comportamientos. Por ejemplo, en una afirmación como «A menudo siento que comprendo cómo se sienten los demás», la persona que responde al test puede describir la afirmación como en desacuerdo, algo en desacuerdo, de acuerdo o muy de acuerdo.

En cambio, las pruebas de aptitud consisten en hacer que las personas respondan a situaciones y luego evaluar sus habilidades. Estas pruebas suelen requerir que las personas demuestren sus habilidades, que luego son calificadas por un tercero.

Si vas a someterte a una prueba de inteligencia emocional administrada por un profesional de la salud mental, he aquí dos medidas que podrían utilizarse:

  • El Test de Inteligencia Emocional Mayer-Salovey-Caruso (MSCEIT) es una prueba basada en la capacidad que mide las cuatro ramas del modelo de IE de Mayer y Salovey. Los examinados realizan tareas diseñadas para evaluar su capacidad de percibir, identificar, comprender y gestionar las emociones.
  • El Inventario de Competencia Emocional y Social (ESCI) se basa en un instrumento más antiguo conocido como Cuestionario de Autoevaluación y consiste en que personas que conocen al individuo ofrezcan calificaciones de las capacidades de esa persona en varias competencias emocionales diferentes. La prueba está diseñada para evaluar las habilidades sociales y emocionales que ayudan a distinguir a las personas como líderes fuertes.

También hay muchos recursos online más informales, muchos de ellos gratuitos, para investigar tu inteligencia emocional.

Componentes de la inteligencia emocional

Los investigadores sugieren que existen cuatro niveles diferentes de inteligencia emocional, que incluyen la percepción emocional, la capacidad de razonar utilizando las emociones, la capacidad de comprender las emociones y la capacidad de gestionarlas.

  • Percibir las emociones: El primer paso para entender las emociones es percibirlas con precisión. En muchos casos, esto puede implicar la comprensión de señales no verbales como el lenguaje corporal y las expresiones faciales.
  • Razonar con las emociones: El siguiente paso consiste en utilizar las emociones para promover el pensamiento y la actividad cognitiva. Las emociones ayudan a priorizar aquello a lo que prestamos atención y reaccionamos; respondemos emocionalmente a las cosas que captan nuestra atención.
  • Entender las emociones: Las emociones que percibimos pueden tener una gran variedad de significados. Si alguien expresa emociones de enfado, el observador debe interpretar la causa del enfado de la persona y lo que podría significar. Por ejemplo, si tu jefe se muestra enfadado, puede significar que está insatisfecho con tu trabajo, o puede ser porque esa mañana le han puesto una multa por exceso de velocidad de camino al trabajo o porque se ha peleado con su pareja.
  • Gestionar las emociones: La capacidad de gestionar las emociones con eficacia es una parte crucial de la inteligencia emocional y el nivel más alto. Regular las emociones y responder adecuadamente, así como responder a las emociones de los demás, son aspectos importantes de la gestión emocional.

Las cuatro ramas de este modelo están ordenadas por complejidad, con los procesos más básicos en los niveles inferiores y los procesos más avanzados en los niveles superiores. Por ejemplo, los niveles más bajos implican percibir y expresar la emoción, mientras que los niveles más altos requieren una mayor implicación consciente e implican la regulación de las emociones.

Impacto de la inteligencia emocional

El interés por la enseñanza y el aprendizaje de la inteligencia social y emocional ha aumentado en los últimos años. Los programas de aprendizaje social y emocional (SEL) se han convertido en una parte estándar del plan de estudios de muchas escuelas.

El objetivo de estas iniciativas no es sólo mejorar la salud y el bienestar, sino también ayudar a los estudiantes a tener éxito académico y prevenir el acoso escolar. Hay muchos ejemplos de cómo la inteligencia emocional puede desempeñar un papel en la vida cotidiana.

Pensar antes de reaccionar

Las personas emocionalmente inteligentes saben que las emociones pueden ser poderosas, pero también temporales. Cuando se produce un acontecimiento de gran carga emocional, como enfadarse con un compañero de trabajo, la respuesta emocionalmente inteligente sería tomarse un tiempo antes de responder. Esto permite a todos calmar sus emociones y pensar más racionalmente en todos los factores que rodean la discusión.

Mayor conciencia de uno mismo

Las personas emocionalmente inteligentes no sólo son buenas para pensar en cómo pueden sentirse los demás, sino que también son expertas en comprender sus propios sentimientos. La autoconciencia permite a las personas considerar los diferentes factores que contribuyen a sus emociones.

Empatía con los demás

Una gran parte de la inteligencia emocional consiste en ser capaz de pensar y empatizar con los sentimientos de otras personas. Esto suele implicar considerar cómo responderías tú si estuvieras en la misma situación.

Las personas que tienen una fuerte inteligencia emocional son capaces de considerar las perspectivas, experiencias y emociones de otras personas y utilizar esta información para explicar por qué la gente se comporta de la manera que lo hace.

Cómo utilizar la inteligencia emocional

La inteligencia emocional puede utilizarse de muchas maneras diferentes en la vida diaria. Algunas formas diferentes de practicar la inteligencia emocional son:

  • Ser capaz de aceptar las críticas y la responsabilidad
  • Ser capaz de seguir adelante después de cometer un error
  • Ser capaz de decir que no cuando es necesario
  • Ser capaz de compartir sus sentimientos con los demás
  • Ser capaz de resolver los problemas de forma que funcionen para todos
  • Tener empatía con otras personas
  • Tener una gran capacidad de escucha
  • Saber por qué haces las cosas que haces
  • No juzgar a los demás

La inteligencia emocional es esencial para una buena comunicación interpersonal. Algunos expertos creen que esta capacidad es más importante para determinar el éxito en la vida que el coeficiente intelectual. Afortunadamente, hay cosas que puedes hacer para reforzar tu propia inteligencia social y emocional.

Entender las emociones puede ser la clave para mejorar las relaciones, el bienestar y las habilidades de comunicación.

Consejos para mejorar la IE

Mientras que algunas personas podrían venir por sus habilidades emocionales de forma natural, algunas evidencias sugieren que esta es una habilidad que puedes desarrollar y mejorar. Por ejemplo, un ensayo controlado aleatorio de 2019 descubrió que el entrenamiento en inteligencia emocional podía mejorar las habilidades emocionales en el entorno laboral.3

Ser inteligente desde el punto de vista emocional es importante, pero ¿qué medidas puedes tomar para mejorar tus propias habilidades sociales y emocionales? Aquí tienes algunos consejos.

Escucha

Si quieres entender lo que sienten los demás, el primer paso es prestar atención. Tómate el tiempo necesario para escuchar lo que la gente está tratando de decirte, tanto verbal como no verbalmente. El lenguaje corporal puede tener un gran significado. Cuando sientas que alguien se siente de una manera determinada, considera los diferentes factores que pueden estar contribuyendo a esa emoción.

Empatiza

Captar las emociones es fundamental, pero también hay que ser capaz de ponerse en el lugar de otra persona para entender realmente su punto de vista. Practica la empatía con otras personas. Imagina cómo te sentirías tú en su situación. Este tipo de actividades pueden ayudarte a construir una comprensión emocional de una situación específica, así como a desarrollar habilidades emocionales más fuertes a largo plazo.

Refleja

La capacidad de razonar con las emociones es una parte importante de la inteligencia emocional. Considera cómo tus propias emociones influyen en tus decisiones y comportamientos. Cuando pienses en cómo responden otras personas, evalúa el papel que desempeñan sus emociones.

¿Por qué se siente así esta persona? ¿Existen factores invisibles que puedan estar contribuyendo a estos sentimientos? ¿En qué se diferencian tus emociones de las suyas? A medida que explores estas preguntas, te resultará más fácil comprender el papel que desempeñan las emociones en la forma de pensar y de comportarse de las personas.

Posibles obstáculos

Tener una menor capacidad de inteligencia emocional puede conducir a una serie de posibles trampas que pueden afectar a múltiples áreas de la vida, incluyendo el trabajo y las relaciones.

Las personas que tienen menos habilidades emocionales tienden a tener más discusiones, a tener relaciones de menor calidad y a tener pocas habilidades de afrontamiento emocional.

Tener un nivel bajo de inteligencia emocional puede tener una serie de inconvenientes, pero tener un nivel muy alto de habilidades emocionales también puede conllevar desafíos. Por ejemplo:

Las investigaciones sugieren que las personas con alta inteligencia emocional pueden ser menos creativas e innovadoras.
A las personas con una gran inteligencia emocional les puede costar mucho hacer comentarios negativos por miedo a herir los sentimientos de los demás.
Las investigaciones han revelado que una alta Inteligencia Emocional puede utilizarse a veces con fines manipuladores y engañosos.

Historia de la inteligencia emocional

El término inteligencia emocional no llegó a nuestra lengua hasta alrededor de 1990. A pesar de ser un término relativamente nuevo, el interés por el concepto ha crecido enormemente desde entonces.

Algunos investigadores sugieren que la inteligencia emocional puede aprenderse y reforzarse; otros afirman que es una característica innata.

Crecimiento temprano

Ya en la década de 1930, el psicólogo Edward Thorndike describió el concepto de «inteligencia social» como la capacidad de llevarse bien con otras personas. En la década de 1940, el psicólogo David Wechsler propuso que los distintos componentes efectivos de la inteligencia podían desempeñar un papel importante en el éxito de las personas en la vida.

Desarrollos posteriores

En la década de 1950 surgió la escuela de pensamiento conocida como psicología humanista, y pensadores como Abraham Maslow prestaron mayor atención a las diferentes formas en que las personas podían desarrollar su fuerza emocional.

Otro concepto importante que surgió en el desarrollo de la inteligencia emocional fue la noción de inteligencias múltiples. Este concepto fue propuesto a mediados de los años 70 por Howard Gardner, que introdujo la idea de que la inteligencia era algo más que una sola capacidad general.

La aparición de la inteligencia emocional

El término «inteligencia emocional» no se utilizó por primera vez hasta 1985 en una tesis doctoral de Wayne Payne. En 1987, en un artículo publicado en la revista Mensa, Keith Beasley utiliza el término «cociente emocional».

En 1990, los psicólogos Peter Salovey y John Mayer publicaron su histórico artículo «Inteligencia emocional» en la revista Imagination, Cognition, and Personality. Definieron la inteligencia emocional como «la capacidad de controlar los sentimientos y emociones propios y ajenos, de discriminar entre ellos y de utilizar esta información para guiar el pensamiento y las acciones».

En 1995, el concepto de inteligencia emocional se popularizó tras la publicación del libro de Daniel Goleman «Inteligencia emocional: Por qué puede importar más que el coeficiente intelectual».

El tema de la inteligencia emocional ha seguido captando el interés del público desde entonces y ha cobrado importancia en campos ajenos a la psicología, como la educación y la empresa.